Movimientos calculados

Posted: 8th agosto 2011 by Euskaria in Sin categoría

La convocatoria electoral del 20 de noviembre ha originado ya los primeros movimientos en los partidos de ámbito vasco. La política en Euskal Herria nos tiene acostumbrados a movimientos tan calculados que el ritmo del proceso vasco es más propio de un paquidermo que de un animal ágil de reducidas dimensiones.

Las cosas están bastante claras en Bildu EH. Su apuesta por las vías pacíficas y políticas es clara. Otra cosa es que sus portavoces no utilicen el manido lenguaje del enemigo político ni sigan sus mismos ritmos. No se trata de minimizar la importancia de la consecución de la Paz, uno de los grandes objetivos fundacionales de la Fundación Euskaria. La normalización tiene su importancia dentro de su ideario. Sin embargo, por desgracia para Bildu EH, las potencialidades de su apuesta por esas vías pacíficas y políticas no ha tenido tanto eco mediático en determinados medios como su otra pata, la lucha por la soberanía de Euskal Herria.

Y es precisamente en ese terreno (el de el “programa político”), donde se juega el futuro el abertzalismo con vistas a los comicios de noviembre.

Por un lado, Bildu EH ha confirmado su voluntad de estar presente en la cita electoral. La primera iniciativa que ha tomado -siquiera sin demasiada convicción en lograr un resultado positivo- ha sido su emplazamiento al Partido Nacionalista Vasco y a Aralar para llegar a un acuerdo electoral.

Recomponer el jarrón roto del abertzalismo nos está costando más de un quebradero de cabeza. Es por ello que la propuesta de acuerdo de Bildu EH parte del reconocimiento del Zazpiak Bat como nación, algo que, en principio, no debería causar ningún problema ni a jeltzales ni a Aralar. Sin embargo, la respuesta fue esquiva en ambos casos.

El PNV fue bastante críptico, aludiendo a posibles “alianzas coyunturales”, pero mostró más claramente sus cartas al reconocer que de luchar por un nuevo estatus político para Euskadi a conformar una alianza con Bildu EH “hay un gran salto”. Por su parte, Aralar se mostró dispuesto a la acumulación de fuerzas abertzales, pero no a entrar en Sortu.

La incógnita planteada por Aralar probablemente quedará despejada con motivo del V Congreso de Otoño. Pero es probable que la cuestión planteada por la formación fundada por Sabino Arana sea más complicada. Las siglas PNV llevan años siendo sinónimo de fuerza hegemónica en una parte del País. Desatar ese nudo no será fácil. Pero puede que un eventual magnífico resultado de Bildu EH en las elecciones del 20 de noviembre contribuyan a que los escasos movimientos calculados en el arco político abertzale den paso a un nuevo equilibrio de fuerzas en el que el independentismo vaya ganando peso respecto al mero autonomismo y la seducción de España que preconizara Josu Jon Imaz.

Raúl Arkaia (miembro de la Fundación Euskaria)