Tocar la alboka, la trikitixa, bailar y enseñar a los txikis danzas vascas… son destrezas que rara vez se encuentran en la misma persona. Pero si, además, esa persona vive a miles de kilómetros de la Patria, el mérito de ese individuo es aún mayor. Miren Aizpitarte, miembro destacado de la Diáspora Vasca, lo es también de su clase, en un instituto de Idaho (USA). No en vano, acaba de ser distinguida como alumna destacada por méritos propios. Desea cursar estudios en biomedicina y parece tener todos los boletos para convertirse en un exponente más de esa Diáspora Vasca que causa la admiración de propios y extraños.