Frente al contumaz vascón, impasible el ademán

Posted: 8th febrero 2015 by Euskaria in Sin categoría
josu Sorauren

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Cada nación reivindica su idioma. Noruega el noruego, España –Castilla en su caso- el castellano, Cataluña el catalán, Navarra debiera hacerlo con el Euskera…

“…sáco por conclusión mui cierta: que siempre la lengua fue compañera del imperio; y de tal manera lo siguió, que junta mente començaron, crecieron y florecieron, y después junta fue la caida de entrambos.” Puede leerse en el prólogo de la gramática de la lengua española, dedicado a la Reina Isabel por Antonio de Nebrija.

Era muy consciente el “egregio humanista”, de que la consolidación política del Imperio, estaba ligada a la imposición de su cultura, y sobre todo de su lengua. El castellano, por supuesto.

Cada nación reivindica su idioma. Noruega el noruego, España –Castilla en su caso- el castellano, Cataluña el catalán, Navarra debiera hacerlo con el Euskera…

Ya desde la conquista de Navarra, Castilla se empeñó, con despiadada contumacia, en imponernos a los navarros, sus maestros, clérigos, notarios, administradores castellanos.

Pero como evidencia Aitzol Altuna, en 1808, España no había conseguido quebrar el patriotismo vaco: “Para los franceses, todos los insurrectos eran “terroristas”, llamados entonces bandidos, para los españoles eran y son héroes nacionales, aunque en el caso nabarro es difícil pretender ver en ellos patriotas españoles, ya que su defensa era del territorio nabarro y de los Fueros, sin tener la menor referencia a una unidad española por ser ésta inexistente en estas fechas, al ser “las Españas” diferentes naciones y reinos bajo una misma corona, diferentes en todo, en idioma, cultura, historia, leyes, modos de vida etc.

Es muy probable que hasta principios del s. XX, -incluso tras el desbarajuste que supusieron las carlistadas – la cultura y lengua navarra, aún fuera fácilmente recuperables.

Esta evidente consciencia de nuestra identidad, ya la reflejaba entre quejas, el bardo de Monteagudo: “ Pues hay muchos en España/ que trabajan con malicia/ pa que sea la Navarra/ como las demás provincias”

Pero Sin duda, pocos como Franco y sus hordas fascistas, encarnaron un odio tan devastador contra la lengua y cultura vasca.

El franquismo navarro cobijó fundamentalmente junto a los elementos foráneos del régimen, al parasitismo falangista y al viejo caciquismo navarro.

Ellos se encargaron de “aculturar” a nuestro pueblo con la filosofía y los modos del régimen franquiista. Ellos fueron los directos responsables de la generación del odio y desprecio nuestras propias raíces, las del noble pueblo vascón. En otras palabras, se consagraron como los sembradores del autoodio, aún latente, en tantos ciudadanos navarros. ¡Impasible el ademán!

Y por fin aconteció… Ya sabemos lo del “parturient montes… nascetur falsa democratia”. Es decir, la transición. ¡Impasible el ademán!

Imposible asistir a una comedia o ceremonia de la claudicación como la de aquella transición/traición… Probablemente, aunque con vergonzante demora, PC y PSOE, estén hoy día recogiendo los frutos de su felonía… Probablemente sin su “conchaveo”, (Ay Carrillo, Ay D. Felipe!) hoy no estaríamos en este lodazal. Probablemente porque tratándose de España, nunca se sabe…

Pero bueno, en ocasiones San Martín se escapa de Noviembre….

La transición nos permitió a los navarros y a todos los vascos en general, asistir a una engañosa metamorfosis.

Por puro prodigio o sarta de ilusionismos, los fervorosos del fascismo franquista, de la noche a la mañana se nos exhibieron como demócratas de toda la vida. Luego se nos chulearon como navarristas. Ahí es nada.

En ese preciso momento -y con meditada y taimada pudibundez-, en tal hermandad navarrista -auspiciada y bendecida por la flamante corte parida en la transición-, se coló el PSN y adláteres. Un socialismo que para tales fechas, ya había salido a la palestra convenientemente travestido. Porque quizás –que dicen las malas lenguas- ya lo llevaba en los genes…

Y el unionismo, se nos aposentó en el gobierno navarro, hasta nuestros días, con su bravuconería, despotismo, erótica del poder y todo eso… Con los mismas fobias, rutinas, corruptelas etc… del criminal dictador.

Leña al vasco, a lo vasco, y a todo lo que sepa a tal…

¡Qué pena para el navarrismo, que se le terminó el recurrente y políticamente oportuno leitmotiv del terrorismo! Del de ETA por supuesto, no del franquista que aún colea…

Los vascos, ciertamente todavía no estamos en condiciones de digerir el sentido y la trayectoria de ETA. Pero deberemos asumir sus pecados. Nos guste y nos duela o no, que son carne de nuestras entrañas.

No se hasta que punto somos fracción de sus crímenes… Eso es algo que la historia, con más sedimento enjuiciará, como enjuició a la guerrilla antinapoleónica.

Pero –igualmente guste o no guste-, el estado español, innegable verdugo de la cultura e instituciones de nuestro pueblo, alguna responsabilidad tendrá…

Hoy, volviendo al rencor que el susodicho unionismo ha tenido hacia el pueblo vasco -¿alguna vez lo entenderán…?- se intenta modificar la vergonzosa y lacerante ley del euskera…

No voy a calibrar el valor y la utilidad de la nueva ley. Se que la ruindad y la animadversión del navarrismo contra todo lo que suene a vasco, no tiene límite. ¡Impasible el ademán!

Pero si algo nos ha quedado meridianamente, es que si todavía los “abertzales”, después de seiscientos años de ataque a nuestras raíces estamos aquí, por algo será.

Peculiar situación la de nuestra cultura vasca. Que hayan tenido que ser los más acreditados organismos extranjeros, quienes hayan denunciado las agresiones contra nuestra cultura. Y sobre todo, que tales agresiones hayan surgido del corazón de los virtualmente hijos de nuestro mismo pueblo… Virtuales. Que tal filiación para un buen navarro no es de recibo.

¡En pie camaradas!, nos decían los que venían de asesinar a más de tres mil navarros. Esos precisamente que nunca se arrepintieron ni pidieron perdón. ¡Presentes!, al tiempo que saqueaban nuestro erario, hacían sus obras faraónicas o arruinaban la CAN. ¡Impasible el ademán! Mientras nos cerraban radios, periódicos o castigaban nuestra lengua…

Quousque tanden abutere, navarristae, patientia nostra…!

En resumidas cuentas. Difícilmente remontará navarra, si tarde o temprano no surge fiel a sus raíces y a la libre voluntad de sus ciudadanos… No veo otro camino.