Txema Landa
Gaztelaniaren hiztunen eskubideak euskararen hiztunen eskubideen gainetik daudenean, ez dira euskararen aurkakoak, euskararen hiztunen eskubideen aurkakoak baizik, euskaldunen aurkakoak dira.

Seamos realista pidamos imposibles, debiera ser la frase con la que debemos afrontar nuestros anhelos para salir de la situación de invisibilidad en la que se quiere colocar a la lengua de una parte de la población de Euskal Herria.
No se trata de lograr un consenso en torno a cuales son la limitaciones a las que se debe someter al euskara en el ámbito de Euskal Herria, se trata de tomar medidas claras para salir de ese “bucle” en el que el euskara se muerde la cola: “como no es práctico no se practica”.
No hay ninguna familia política, salvo alguna excepción, que se posicione contra el euskara, me estoy refiriendo a las familias políticas unionistas que declaran y en cierto modo es cierto, no tener nada en contra del euskara. Esas familias políticas desean que el euskara sea una lengua de comunicación, eso si, para el ámbito privado, lo que no están dispuestas a reconocer son los derechos de las personas hablantes del euskara.
No están en contra del euskara, están en contra del derecho de las persona hablantes a expresarse en su lengua en todos los ámbitos, públicos y privados, ante las administraciones públicas, sean estas locales, autonómicas o estatales. Read the rest of this entry »





Me habéis convencido. Me autocritico de mi connivencia con la violencia. Reconozco el daño causado. Mea culpa por cuanto he hecho en estas décadas, en las que mi suelo ético ha estado a la altura de mis zapatillas.

mos a respirar porque el alma vasca respira distinto”, escribió hace ya más de medio siglo Jorge Oteiza. Y lo hizo en un contexto determinado, el nacimiento y desarrollo de ETA, en la década de 1960, cuando junto al compromiso de los jóvenes que no habían conocido la guerra, surgieron centenares de iniciativas populares. Desde el impulso a las primeras ikastolas y gau eskolas, hasta los jaialdis y la impronta en decenas de facetas artísticas. La estación de Amalur. Fue llamada la primavera vasca, udaberria, que ya tuvo un parangón en época prebélica, con Lizardi, Arteta o Lauaxeta.